Por: Rosalba Ramírez
Organizaciones en defensa del medio ambiente calcularon que las 604 embarcaciones de recreo y turísticas hundidas, son el mismo número de baterías o acumulador, y un tanque de aceite con capacidad para cuatro litros que actualmente están contaminando la Bahía de Acapulco.
En un comunicado, organizaciones como la Agencia Ambiental Ciudadana, Mar de Fondo, Habla bien de Aca y Ecopatio alertaron que elementos tóxicos como mercurio, cadmio, níquel, litio, zinc, plomo y mangeso estarían poniendo en peligro la vida marina si las baterías pierden su cubierta y liberan dichas sustancias.
Entre los problemas que podrían provocar en el fondo marino son fallos reproductivos y perjudicar la capacidad de población e incluso la muerte, debilitando el ecosistema y haciéndolo más vulnerable.
La exposición a estos metales es altamente dañina tanto a la vida marina como a la humana, causado cáncer, daño al sistema nervioso y pulmonar, daño al cerebro y los riñones.
Pese a que los colectivos ambientalista y buzos independientes reconocieron el esfuerzo para la recuperación de las embarcaciones hundidas, llamaron a las autoridades, especialmente a la Secretaría de la Marina para conformar equipos de buzos especializados para la búsqueda y extracción de estos elementos tóxicos del mar.