La violencia en Chilpancingo ha alcanzado niveles alarmantes, con el trágico fallecimiento de cuatro comerciantes en un lapso de solo dos días. En el mercado Baltazar, un lugar que debería ser un centro de convivencia y comercio, se desató una espantosa balacera que dejó a dos conocidos carniceros sin vida y a otro herido de gravedad. Este ataque armado ha sembrado el terror entre los comerciantes y los habitantes de la zona, quienes se sienten cada vez más inseguros en su propio entorno.
Los hechos han generado una ola de preocupación y miedo en la comunidad, que clama por medidas efectivas para garantizar la seguridad. La falta de control y la presencia de la violencia han convertido a la capital en un lugar donde la ley parece no tener cabida. Los ciudadanos exigen respuestas y acciones contundentes para frenar esta ola de criminalidad que afecta no solo a los comerciantes, sino a toda la población.