Marcial Campuzano
Las mujeres periodistas de la capital del estado manifestaron su rechazo a las actuaciones y actitudes violentas de que han sido objeto en el libre ejercicio de su quehacer periodístico, e hicieron público que en los últimos tiempos han encontrado muchas limitaciones para obtener información pública, por la sobreprotección de funcionarios y funcionarias por parte de guardaespaldas que obstruyen su labor.
Las periodistas de Chilpancingo realizaron este domingo una marcha por las principales vialidades de la ciudad hasta llegar al zócalo en donde hicieron pública su inconformidad, y revelaron que es lamentable que mujeres metidas en la función pública haya atentaron contra comunicadoras por haber sacado a la luz pública conductas que asumieron.
Las comunicadoras se movilizaron en el marco del “Día Internacional de la Mujer,” que si bien la fecha correcta es el 8 de marzo, “nosotras las mujeres periodistas guerrerenses marchamos el 9 de marzo para fijar una postura en contra de las violencias machistas y estructurales que afectan nuestra labor periodística, que ponen en riesgo nuestras vidas como mujeres”.
En el posicionamiento que fijaron señalaron que como trabajadoras de los medios de comunicación, observan que las fuentes -informativas- que les piden ser la vía para comunicarse con la ciudadanía no respetan su labor, “no entienden que la función de la prensa está al servicio de la sociedad y no de actores políticos en turno en los espacios de gobierno”.
“En repetidas ocasiones funcionarios y funcionarias de diferentes dependencias de los 3 órdenes de gobierno, nos han agredido en la cobertura de actividades oficiales a las que ellos mismos nos convocan”, señalaron a manera de denuncia.
Citaron como ejemplo lo ocurrido el año pasado. “Nuestras colegas de En Primer Plano, Yazmín García e Itzel Urieta, fueron vulneradas por la diputada local Citlali Yared Téllez Castillo cuando evidenciaron una conducta como servidora pública”.
La colega de Noticias “Reporte Guerrero” Hilda Perales fue agredida en distintos contextos durante su cobertura reporteril, tristemente incluso durante una marcha por la paz en Chilpancingo.
Han notado que desde el asesinato del alcalde Alejandro Arcos Catalán y de otros actos de violencia de alto impacto ocurridos en Chilpancingo, se volvió más ríspida la relación del gobierno con la prensa para el acceso a la información.
“Las autoridades locales incrementaron su de por sí rigurosa seguridad. Las escoltas sean de seguridad pública o personal en general, impiden o inhiben las entrevistas. Si acaso, el funcionario y representante popular acceden a las entrevistas, son cortas y apresuradas”.
En el caso del gobierno del estado es prácticamente imposible acceder a información, a pesar de que es pública y los funcionarios niegan entrevistas o declaraciones en actos públicos. El acceso a la información que debe ser cotidiano es extraordinario, señalaron.
Casi lo mismo ocurre con el gobierno municipal local siguiendo una línea del gobierno del estado, al evitar los cuestionamientos sobre los conflictos generados por la violencia y las carencias en la ciudad.
Las mujeres periodistas exigieron a las instituciones y actores políticos a los que dan cobertura en la entidad que respeten el ejercicio periodístico.
A la comisión de los Derechos Humanos le exigieron una postura clara y firme sobre los obstáculos a la libertad de expresión, como una línea de gobierno del estado que se transmite a los ayuntamientos para impedir que se cuestione a las autoridades.
Agradecieron el esfuerzo conjunto de compañeras de la comunidad periodística en el estado, que se suman a las actividades de lucha por visibilizar la violencia que enfrentan las mujeres del gremio periodístico, “por garantizar la libertad de expresión y la seguridad de quienes ejercemos el periodismo en Guerrero”.
Dejaron en claro que la verdad no se silencia, que marcharon por el derecho a informar sin miedo, por la libertad de prensa y por la seguridad de todas las periodistas.