Fuerzas ucranianas lanzaron esta madrugada un ataque con 88 drones dirigidos a diversas regiones de Rusia, con el objetivo de destruir infraestructura militar clave de Moscú. Este ataque se produce como respuesta a los continuos bombardeos rusos en territorio ucraniano. Según informes de agencias rusas, las defensas del presidente Putin lograron repeler el ataque, derribando la mayoría de los drones lanzados por Kiev.
El Ministerio de Defensa ruso reportó que 52 drones fueron destruidos en la región fronteriza de Belgorod, mientras que 13 fueron derribados sobre Lipetsk y nueve en Rostov, ambas ubicadas en el suroeste de Rusia. Otros drones fueron neutralizados en las regiones de Voronezh, Astrakhan, Krasnodar, Ryazan y Kursk. Fuentes no oficiales en Telegram indicaron que el ataque ucraniano tenía como objetivo las refinerías de petróleo locales en Riazán y Lipetsk, intensificando así la tensión en la región.