El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, cumple ocho meses bajo un régimen de incomunicación en distintas prisiones de Estados Unidos, donde su defensa asegura que enfrenta condiciones de aislamiento y limitaciones que dificultan la preparación de su apelación.
Durante este periodo perdió más de 14 kilos de peso y carece de acceso regular a documentos relacionados con su proceso judicial.
En cartas enviadas a la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York, los abogados César de Castro y Valerie Gotlib solicitaron una nueva prórroga para presentar el recurso de apelación contra la condena de 38 años de prisión por narcotráfico.
También pidieron la intervención de los magistrados para que la comunicación con su cliente pueda normalizarse.
“La suscrita ha representado a múltiples clientes encarcelados en apelación. Nunca antes habíamos estado imposibilitados de tener comunicación alguna con nuestro cliente. En ocho meses, solo se nos ha permitido tres horas de comunicación con nuestro cliente”, expuso Gotlib en su escrito.
De acuerdo con la defensa, García Luna fue sometido a condiciones de aislamiento en la prisión UPS Lee, en Virginia, donde fue confinado en un área destinada a internos con sanciones disciplinarias, pese a no contar con antecedentes de indisciplina en casi seis años de encarcelamiento.
En esa etapa, aseguran, no se le permitió asearse ni utilizar cubiertos para alimentarse.
“Se le privó de la posibilidad de ducharse, afeitarse o incluso comer con cubiertos; fue encerrado en la unidad de alojamiento especial […] y solo se le proporcionó un solo par de ropa interior; en total perdió 32 libras (14 kilos y medio)”, narró su abogada.
Posteriormente, fue trasladado en julio pasado a la prisión de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, donde se le otorgó acceso a regadera y utensilios básicos para comer. Sin embargo, sus defensores subrayan que las restricciones de comunicación continúan vigentes.
La defensa señaló que el contacto con García Luna ha sido mínimo. La única llamada realizada este año ocurrió el 31 de julio y se concretó gracias a la intervención de un fiscal estadounidense. Según De Castro, “desde el 31 de julio de 2025 hemos programado dos llamadas con el Sr. García Luna, ninguna de las cuales se ha realizado”.
A la falta de comunicación se suma la imposibilidad de acceder a los documentos de su proceso. Gotlib indicó que ni siquiera ha podido revisar la transcripción de las audiencias de sentencia.
La recomendación de las autoridades penitenciarias ha sido enviar los documentos en formato impreso, aunque esto resulta impráctico debido a que solo la transcripción del juicio suma 2 mil 43 páginas.
Por estas dificultades, los abogados solicitaron a la Corte de Apelaciones un tercer aplazamiento para presentar el escrito de alegatos de apertura, que debía entregarse el 19 de septiembre. La petición incluye extender el plazo hasta el 18 de diciembre.
García Luna fue sentenciado el 16 de octubre de 2024 por el juez Brian Cogan, después de que un jurado lo declarara culpable de brindar apoyo al Cártel de Sinaloa a cambio de sobornos millonarios.
Sus representantes legales anunciaron en febrero de 2025 que iniciarían una apelación, aunque hasta ahora el recurso permanece pendiente de presentación.
