- La protesta pacífica busca romper la narrativa de celebración oficial, visibilizar un año marcado por la violencia y exigir espacios reales de diálogo para las juventudes
En silencio, miembros de la denominada «Generación Z» marchan hoy del Ángel de la Independencia rumbo a Bellas Artes en respuesta a la movilización del 6 de diciembre por el aniversario de la 4T, pues, afirman, hay gente que no está de acuerdo en cómo se están haciendo las cosas.
Con la “Marcha del silencio: no hay nada que celebrar” a punto de iniciar, el vocero del movimiento Generación Z, Iván Rejón, afirmó que la movilización representa una respuesta directa a la marcha del pasado 6 de diciembre y una expresión de inconformidad frente a un año que, dijo, ha estado marcado por el luto, la violencia y la exclusión política de los jóvenes.
“Todo el año ha sido de luto. Cada semana hay noticias difíciles de digerir. No queríamos que se quedara solo en la idea de que la marcha del seis fue un éxito; queremos que la gente siga movilizándose porque todavía hay muchas cosas que debatir y discutir”, señaló en entrevista previa al arranque de la protesta.
Rejón destacó que el movimiento se ha consolidado como una organización horizontal, ciudadana y pacífica, sin financiamiento ni respaldo de partidos políticos, lo que —afirmó— le ha permitido crecer sin responder a intereses ajenos.
“Somos un movimiento pacífico. No venimos financiados ni pagados por ningún partido o grupo de poder. Somos gente común, organizándonos para hacer algo por México. Que un movimiento así logre hacer ruido ya es algo positivo”, sostuvo.
Frente a señalamientos sobre una presunta cercanía con fuerzas políticas, el vocero rechazó cualquier vínculo y calificó esas versiones como infundadas. Aseguró que, aunque diversos grupos han intentado acercarse, Generación Z no acepta incentivos ni recursos externos.
Respecto al uso de símbolos como la bandera inspirada en One Piece, Rejón defendió que se trata de un referente global que refleja una nueva forma de entender la participación política y la protesta social entre las juventudes.
“No buscamos apropiarnos de luchas sociales; buscamos sumarnos. Parte del problema es esta división constante entre izquierda y derecha. La aparición de nuevos símbolos habla de una nueva percepción de cómo se quiere hacer política”, afirmó.
El vocero reiteró que la principal exigencia del movimiento es la apertura de espacios reales de diálogo, al considerar que, pese a ser una de las generaciones con mayor preparación académica, los jóvenes continúan marginados de la toma de decisiones públicas.
“Lo que la gente exige es poder representarse y alzar la voz. El gobierno ha cerrado espacios; entendemos que se argumente protección, pero está fallando en escuchar a quienes menos toman en cuenta”, señaló.
En cuanto a la logística, Rejón indicó que la movilización busca mantenerse en la zona de Bellas Artes y deslindarse de cualquier acto de confrontación, particularmente para no afectar a otros sectores en protesta, como los artesanos.
“No queremos que se malinterprete ni poner en riesgo a otros trabajadores. Sus luchas son tan legítimas como la nuestra”, puntualizó.
