- Con tamales, mariachis y música barroca, Fernández Noroña cierra su presidencia en el Senado
El año de la presidencia del Senado a cargo de “un plebeyo” terminó con música de cámara, tamales, mariachis y un llamado a la unidad entre los integrantes de su propia coalición partidista por parte de Gerardo Fernández Noroña.
Como lo hizo un año atrás, cuando fue nombrado presidente de la Cámara alta, el morenista agradeció al “pueblo de México” la posibilidad de llegar al cargo que él mismo ha juzgado como el más importante de su carrera política.
Al inicio con música barroca y al final con mariachi, Fernández Noroña cerró su presidencia en el Senado con dos discursos, uno dentro de la antigua sede del Senado en la casona de Xicoténcatl, con invitados como políticos y empresarios en su mayoría, y otro en el patio exterior del edificio, con personas que vieron la transmisión en pantallas y un informe “a ras de tierra”.
El senador había anunciado que haría un llamado a la unidad en su informe legislativo, que dirigió no sólo al interior de Morena, el partido al que se afilió hace unos meses, sino a sus aliados integrantes de su coalición.
“Yo seguiré recorriendo el país promoviendo la unidad de Morena, la unidad del PT, la unidad del Verde, la unidad de Morena, PT y del Verde, la unidad del pueblo y la unidad de nuestro movimiento. La unidad es fundamental”.
Luego lanzó una ligera autocrítica sin destinatario específico: “La soberbia, el sectarismo, la displicencia son malos consejeros”.
Fernández Noroña dio su mensaje con un presidium conformado por algunos personajes que han estado envueltos en polémicas recientes.
La única gobernadora presente en el informe, con un lugar en el presidium, fue Marina del Pilar Ávila, de Baja California, cuya visa de Estados Unidos le fue retirada en mayo pasado por parte del gobierno de ese país.
Como representantes del gobierno federal acudieron Edna Vega Rangel, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y el subsecretario de Gobernación César Yáñez, que había sido relegado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador luego de celebrar una boda ostentosa.
Estuvo también el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, envuelto en la reciente polémica por el presunto gasto de 4 millones de pesos en lujos en conjunto con su esposa la diputada Diana Karina Barreras.
Le acompañó también Adán Augusto López Hernández, otro morenista que ha tenido que dar explicaciones en las últimas semanas por los presuntos vínculos de su exsecretario de Seguridad con el crimen organizado también tuvo un lugar destacado y fue presentado como Fernández Noroña como su “hermanito”.
También estuvieron las senadoras morenistas Imelda Castro Castro y Verónica Camino Farjat, además de la petista Lizeth Sánchez, las tres integrantes de la Mesa DIrectiva.
La ceremonia inició con música de un ensamble barroco encabezado por Santiago Álvarez Campa, clavecinista, hijo de los activistas Raúl Álvarez Garín y María Fernanda Campa Uranga.
Luego vino el discurso del morenista, quien dijo que evitaría dar números de su año de gestión y bromeó que daría un discurso tan largo como los del cubano Fidel Castro.
Agradeció a su esposa y a sus hijos presentes, a sus hermanos Raúl y Manuel. A su hermana Mónica y sus sobrinas que decidieron permanecer en la parte de afuera.
Entre los invitados estuvieron presentes a los líderes del Partido del Trabajo Alberto Anaya y del Partido Verde Ecologista de México Karen Castrejón. Acudió también la escritora Elena Poniatowska y el lider del Consejo Coordinador Empresarial Francisco Cervantes.