
De acuerdo con documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), revelados en los Guacamaya Leaks, el exsecretario de Seguridad de Tabasco y líder de La Barredora, Hernán Bermúdez Requena, instruía a sus operadores a cometer asesinatos en Chiapas con el fin de reducir los indicadores de criminalidad en su estado. Bajo esta estrategia, denominada por sus propios integrantes como “sembrando vidas”, los cuerpos no eran contabilizados en las estadísticas oficiales de Tabasco, lo que permitió presentar una reducción en la incidencia delictiva durante su gestión.
Las intervenciones telefónicas hechas a Juan José de la Cruz Sánchez, alias JJ, principal operador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Tabasco, confirmaron la estrecha relación entre las autoridades estatales y el grupo criminal. JJ aseguró que el territorio estaba bajo el control de Bermúdez y La Barredora, y que la orden expresa era ejecutar a los rivales fuera de la entidad para no alterar las cifras locales. Entre 2019 y 2023, el número de carpetas por homicidio en Tabasco bajó de 565 a 234, aunque en 2024, tras la salida del funcionario, los registros se dispararon a 707.
Los informes militares también documentan múltiples episodios de violencia cometidos bajo órdenes de Bermúdez. Uno de los más graves ocurrió en octubre de 2021, cuando el grupo de JJ secuestró a más de 20 integrantes de La Línea, organización rival de La Barredora. Los cautivos fueron torturados, mutilados y usados como “carnada”, según los reportes, en un intento por desarticular a esa facción criminal y consolidar el dominio del CJNG en Tabasco y municipios aledaños.
La Sedena concluyó que la complicidad de autoridades estatales con el CJNG permitió a JJ operar con total impunidad, al grado de anticiparse a posibles acciones legales o militares. Esto, advirtieron los documentos, elevaba el riesgo de reacciones violentas como bloqueos, incendios de vehículos, ejecuciones y enfrentamientos armados. Pese a estas alertas, Bermúdez permaneció en el cargo hasta enero de 2024, consolidando un periodo marcado por la manipulación de cifras y el fortalecimiento del crimen organizado en la región.
