Las últimas cinco auditorías realizadas a Pemex, que incluyen revisiones sobre su desempeño financiero, control interno y contratación de personal, permanecen reservadas por decisión del Comité de Transparencia de la petrolera, con un plazo de tres años, hasta 2028. Entre los hallazgos, se reportaron irregularidades en la otorgación de dispensas de requisitos profesionales a empleados, así como aspectos relacionados con la organización y conservación de archivos. La falta de acceso a estos informes limita la supervisión pública y la fiscalización ciudadana sobre las operaciones de la empresa estatal.
Estas auditorías, realizadas por la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno y un despacho externo, buscaban evaluar la eficiencia y transparencia en diferentes áreas de Pemex. Sin embargo, documentos clave, como los resultados de la auditoría de KPMG Cárdenas Dosal, no están disponibles, y las auditorías internas sobre procesos administrativos y de seguridad también permanecen en reserva. La justificación oficial para esta reserva se basa en la protección de datos personales y en la posible afectación a la seguridad nacional, argumentando que su divulgación podría generar riesgos o influir en decisiones internas.
Organizaciones civiles y expertos en transparencia han expresado su preocupación por la falta de acceso a estos informes, señalando que la reserva prolongada puede favorecer prácticas opacas y dificultar la vigilancia ciudadana. La opacidad en la gestión de auditorías que revelan posibles irregularidades o riesgos a la seguridad nacional puede socavar la confianza en las instituciones responsables de supervisar a Pemex y en la transparencia del sector energético en México.