
Por Jesús Aguirre Galán
Ya se acerca el fin de año y, con él, la esperada temporada en la que los trabajadores mexicanos reciben su aguinaldo. Sin embargo, no todos disfrutarán de este ingreso completo, pues la Secretaría de Administración Tributaria (SAT) establece que, a partir de cierto monto, el pago está sujeto a impuestos.
El aguinaldo es una prestación obligatoria contemplada en la Ley Federal del Trabajo, equivalente a por lo menos 15 días de salario para quienes hayan laborado todo el año. Este dinero adicional llega justo en diciembre, cuando los gastos navideños suelen dispararse, por lo que representa un alivio económico muy esperado.
Para 2025, el aguinaldo estará exento de impuestos hasta el equivalente a 30 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA). Este año, la UMA tiene un valor de $113.14 pesos, por lo que el límite libre de impuestos es de $3,394.20 pesos. En otras palabras, si el aguinaldo que recibes no supera esa cantidad, no tendrás que pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Los trabajadores que perciben el salario mínimo generalmente no tienen de qué preocuparse, ya que el monto de su aguinaldo suele ser menor a ese tope y, por tanto, queda completamente exento.
Sin embargo, si el aguinaldo rebasa los $3,394.20 pesos, la parte excedente sí deberá pagar impuestos. Es decir, el patrón descontará el ISR únicamente sobre el monto que sobrepase el límite exento. Por ejemplo, si un trabajador recibe $5,000 pesos, sólo pagará impuestos por los $1,605.80 pesos que superan el umbral permitido.
Es importante recordar que el aguinaldo debe pagarse antes del 20 de diciembre, y que cualquier retraso o incumplimiento por parte del empleador puede ser sancionado por la autoridad laboral.
Así que, antes de hacer planes con tu aguinaldo, conviene revisar el monto total que recibirás y si estará sujeto o no a retenciones fiscales. De esa manera podrás planificar mejor tus gastos y aprovechar al máximo este ingreso extra de fin de año.
