La ola de violencia en Michoacán alcanzó a la funcionaria Adriana Cerda Gómez, quien fue asesinada a balazos en las inmediaciones de una escuela primaria. Este crimen que desató indignación en el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y cansado de los constantes hechos violentos, propuso ‘chingadazos’ y no abrazos para delincuentes.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador impulsó una estrategia de seguridad, conocida como ‘abrazos, no balazos’, con la cual priorizó la atención a las causas de la delincuencia y disminuyó los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y grupos criminales.
Ahora la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene los programas sociales como parte de su estrategia de seguridad, también enfocada –principalmente- en la atención a las causas de la violencia en el país. Esta medida es considerada como ‘buena’ por Carlos Manzo, sin embargo, señala que es necesario aplicar la fuerza letal a criminales, cuando son sorprendidos en flagrancia.
Carlos Alberto Manzo Rodríguez de 40 años se convirtió en presidente municipal de Uruapan por la vía independiente, aunque anteriormente formó parte de las filas de Morena y el PRD.
El licenciado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente atrajo los reflectores por sus recientes declaraciones, que fueron criticadas por la presidenta Sheinbaum.
La mandataria federal dijo al alcalde que su propuesta es errónea y le recordó que hay Estado de Derecho en México y el combate a la inseguridad y violencia respeta el marco legal vigente. Sin embargo, Manzo la retó a terminar con la violencia en Uruapan sin ningún disparo y a cambio él renuncia a la presidencia municipal.
El alcalde, quien también se desempeñó como diputado federal reconoció que el número de asesinatos en Uruapan pasó de 30 a 12 mensuales, sin embargo, dijo que la cifra ‘no deja de ser alarmante’.
El alcalde aclaró que la responsabilidad sobre la seguridad en Uruapan no sólo corresponde a las autoridades municipales, sino también a las federales.