La Fiscalía General del Estado de Veracruz confirmó que la maestra jubilada y taxista Irma Hernández Cruz, de 62 años, falleció a causa de las torturas y múltiples agresiones que sufrió durante su secuestro en el municipio de Álamo Temapache. A casi un mes del reporte de su desaparición, las investigaciones revelaron que la mujer fue víctima de violencia extrema en cautiverio, lo que llevó a su trágico fallecimiento. La noticia ha causado gran indignación en la comunidad, ya que Irma, quien tras su retiro como docente buscaba ganarse la vida con su trabajo como taxista, se convirtió en un blanco de la delincuencia que azota la región.
En una conferencia de prensa, la fiscal Verónica Hernández Giadáns detalló que, inicialmente, la gobernadora Rocío Nahle había declarado que la causa de muerte había sido un infarto, pero las investigaciones posteriores confirmaron que las lesiones y torturas fueron las causas reales del deceso. La autoridad también informó que en el caso participaron más de dos personas, presuntamente integrantes del Grupo Sombra, una célula delictiva con fuerte presencia en la zona norte del estado. Hasta ahora, cuatro personas han sido detenidas por su presunta participación en el secuestro agravado, entre ellas Octavio “N”, Jeana Paola “N”, Víctor Manuel “N” y José Eduardo “N”.
Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer todos los detalles del crimen y garantizar justicia para Irma Hernández. La Fiscalía ha reforzado las acciones en la región para desmantelar a las organizaciones delictivas responsables y prevenir futuros delitos similares. La comunidad y familiares de la víctima exigen que se haga justicia y que se intensifiquen los esfuerzos para proteger a los ciudadanos de la violencia y la delincuencia que azotan la zona. La trágica muerte de Irma Hernández pone en evidencia la gravedad de la situación de inseguridad en Veracruz y la necesidad de acciones concretas para garantizar la seguridad de todos.
Pero no fue hasta el 24 de julio que la Fiscalía de Veracruz confirmó el hallazgo del cuerpo de la mujer en un predio ubicado en los límites de Álamo.
Los peritajes revelaron indicios de tortura y violencia física que, según los especialistas, deterioraron gravemente su salud y derivaron en su muerte.