Marcial Campuzano
El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) Javier Saldaña Almazán, pidió a la comunidad universitaria que no se deje engañar ni sorprender por quienes dicen que maniobra para afectar los intereses económicos de los trabajadores.
Además, reveló que al interior de la institución un grupo de trabajadores universitarios lucró con la buena fe de sus compañeros, a quienes cobró 2 millones de pesos para promover amparos federales para que no paguen a la Secretaría de Hacienda el Impuesto Sobre Remuneraciones (ISR), sin que prosperara positivamente ese trámite ante la instancia jurisdiccional federal.
En un video que difundió a través de sus redes sociales, Javier Saldaña dio a conocer que la administración central universitaria terminó la revisión del contrato colectivo de trabajo del Sindicato de Trabajadores Técnicos, Administrativos y de Intendencia al Servicio de la Universidad Autónoma de Guerrero (STTAISUAGro), que de acuerdo a la nueva normatividad laboral debe ser sancionado en asamblea por los trabajadores.
En el pasado reciente las revisiones de los contratos colectivos de trabajo eran entre la parte patronal y el sindicato sin consultar a las bases, ahora de acuerdo a las reformas hechas a la Ley Federal del Trabajo, los contratos son conocidos y avalados por los trabajadores en asamblea.
Saldaña Almazán sostuvo que a partir de que ostenta el cargo de rector de la UAGro, no ha quitado ningún beneficio a los trabajadores. Dijo que jamás hará algo que contravenga los intereses de sus compañeros universitarios, y que tampoco permitiría que el equipo de trabajo de la Rectoría que trabajo con el sindicato, afecte los beneficios que tienen los trabajadores.
Informó que en este año la Rectoría autorizó como nunca prestaciones a los trabajadores, y realizó gestiones para que mejoren sus condiciones laborales. Fueron otorgadas no menos de 10,000 recategorizaciones que contribuyen al bienestar de los empleados, a lo que se suma la creación de preparatorias, licenciaturas y posgrados, indicó el líder universitario.
Javier Saldaña denunció que un ex rector de la máxima casa de estudios negoció para ser maestro emérito, negoció la contratación y una beca para su hija y para su esposa; mientras que el líder de un nuevo sindicato universitario “no tiene licenciatura”.
Javier Saldaña informó que todos los trabajadores auxiliares académicos de la universidad han tenido incrementos importantes, “por lo que jamás haré algo que lesione los intereses de los trabajadores”. Saldaña se autodefinió como una persona de buena fe, humanista y solidario.
Denunció que al interior de la universidad operó un grupo de trabajadores que cobraron 1,000 pesos a cada uno de 2,000 trabajadores, para promover amparos para que no pagaran el ISR que la Secretaría de Hacienda aplica a las remuneraciones, dicho amparo no prosperó y dicho grupo tuvo como ganancia 2 millones de pesos.
